martes, 31 de marzo de 2009

Silencios vacíos

Ya no extraño a nadie,
ya... nada extraño;
vivo una gran oscuridad
que me hace mucho daño.

Mis noches son tan vacías
como un pozo que se ha secado
con el tiempo; y son tan frías
como el amor que he enterrado.

Ya no hay motivación,
ni metas ni retos ni alegría;
ya no late mi corazón;
ya mi vida ni siquiera es mía.

Sólo hay silencios y soledad,
sólo huellas de un pasado
marcado por la infelicidad
que, de su mano me ha anclado.

Ya no hay luz en mi caminar
ni una vela que alumbre mi camino,
es muy difícil cambiar
lo que está escrito en el destino.
¿o es que, la noche, no es la que grita...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario