viernes, 13 de noviembre de 2009

Los tiempos (2ª parte): Futuro imaginario


Un viernes 13 de Noviembre de 2009 a las 21:30, llegará la deseada cita.


Llegaré a las 21:00, quedaremos en un restaurante llamado Restaurante Montana en la calle Compás de la Victoria, 5. Málaga. Tú lo escogiste, y yo decidí que fuera en un sitio público para conocernos mejor, y dependerá de tí la duración de mi estancia, desde una cena a 4 días.

Aparcaré el coche en el parking del restaurante (no lo sabré, pero al llegar, lo veré). Será mi noche de sorpresas y de suerte.

Cogeré mi bolso XL Louis Vuitton, saldré del coche, estiraré las piernas y entraré al restaurante. Se acercará un elegante hostess dándome la bienvenida y le diré que tenía una mesa reservada a tu nombre, pero que antes quería ir al baño. El señor muy educado me indicará cómo ir al baño.

En el baño haré el ritual básico de toda mujer antes de salir de casa pre-cita romántica. Me cambiaré de ropa (un minivestido con botines cortos de taconazo con unas medias de lana de canalé), me maquillaré (Alissi Bronte, efecto lifting, maquillaje seda e hidratante, 3 en 1), me perfumaré (Eau de parfum Mimosa de L'Occitane) y me peinaré. Insinuando, pero no mostrando.

Saldré del baño, me acercaré al atril, y le volveré a decir el nombre de la reserva. Me llevará a mi mesa y me sentaré. Todavía no habrás llegado, pero estarás de camino. Miraré el precioso salón, un palacete reformado con un gusto exquisito, degustaré su conjunto arquitectónico y me daré cuenta de que tu elección es perfecta porque el lugar deja como protagonista a la vida. Sonreiré y pensaré que he adivinado tu acertijo, "seamos protagonistas de una misma vida en común".

Se acercará el camarero y me preguntará si deseo tomar algo mientras espero a mi acompañante, le digo que si, y que me gustaría ver la carta de vinos.

Te enviaré un mensaje de texto que dirá: "Tete, ya estoy en el restaurante, no tengas prisa porque quiero que cuentes cada estrella, porque cada estrella quiere decirte una razón positiva por la que estoy aquí. No te saltes ninguna. Hay parking del restaurante. Te espero".

El Sumiller me dará la carta de vinos, haciéndome varias recomendaciones. Tomaré partido por un vino César Príncipe, que según el Sumiller es un vino sabroso, cálido, carnoso y con buena persistencia.

Recibiré un mesaje de texto que dirá: "Mi vida ya estoy llegando, cuento cada estrella del camino. Aparcaré en el parking. Te quiero"

Llegará el sumiller y me servirá un dedo de vino en mi gran copa. Tomaré mi copa como las entendidas en la materia, la agitaré muy suavemente, oleré el vino, beberé y lo saborearé. Le diré que sí al Sumiller y me llenará la copa.

Empezaré a ponerme nerviosa.

Te veré entrar, nos reconocemos, te acercarás hacía mí, habrá un cruce de miradas, un intercambio de sonrisas, un hola al unísono y dos besos.

Me dirás: "Lo siento. ¿Llevas mucho tiempo esperando?". Te diré: "La espera ha merecido la pena, tete". Sonreiremos clavando nuestras pupilas.

Apreciaré tu cansancio, has tenido una semana larga, dura y complicada, y acabas de salir de trabajar.

Hablaremos de muchos temas, nos sentiremos compenetrados y estaremos muy "a gustito". Cenaremos huevo de corral trufado con setas, cañaillas y espuma de patatas violeta; Rapé con salteado de alcachofas y acelgas; Carrillera de cerdo ibérico en mantecá colorá con frescor de pera; y de postre Planeta Montana. En cada plato preguntaré si lleva frutos secos.

El ambiente, la cena y tu compañía harán que la velada sea perfecta y sensacional.

En el café, hablaremos de mi estancia, y te diré que me quedaré.

Me preguntarás que qué quiero hacer despues de cenar, si quiero tomar una copa o descansar. Tomaré partido por descansar. Me dirás que vayamos a tu casa, que tú dormirás en el sofá y me dejarás tu cama. Te sonreiré.

Saldremos del restaurante, iremos al parking, cogeremos los coches y te seguiré. Sintonizaremos Cadena Dial.

Llegaremos a tu casa, me ayudarás con la maleta, me la enseñarás.

Una casa muy bella, muy bien decorada, con mucho estilo y mucha clase, elegante, moderna y limpia. "Un mundo feliz" sobre tu mesilla de noche, y aunque la noche refrescará, saldremos a la terraza a contar estrellas. La noche estará despejada.

Me dirás que me acueste, me notarás que estoy muy cansada. Te diré que si con la cabeza. Me acercaré a tí, te daré un abrazo y te desearé buenas noches.



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